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El consejero insular de Empleo, Leopoldo Benjumea, acudió recientemente a una de las sesiones de formación que se desarrollan en el marco de esta iniciativa, en las instalaciones de la Federación Provincial de Empresas del Metal y Nuevas Tecnologías de Santa Cruz de Tenerife (Femete). Destacó que “el carácter innovador de este proyecto está en la línea que hemos trazado para ayudar a determinados colectivos con dificultades para acceder al mercado laboral a través de acciones específicas y eficaces”.

‘Pilares’ es un proyecto experimental que se desarrolla en los núcleos donde se concentra un mayor número de personas en situación de sin hogar de la Isla y donde, además, Cáritas Diocesana de Tenerife interviene a través de sus casas de acogida, como Granadilla de Abona, Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife.

En lo que va de año, el personal del proyecto ha atendido a más de ochenta personas, de las que más de la mitad ha seguido un itinerario personalizado de inserción y ha participado en acciones de formación. En este sentido, los participantes han tenido la posibilidad de formarse en cocina básica profesional y en mantenimiento de jardines, zonas comunes, instalaciones de fontanería, placas solares térmicas y piscinas. Una vez concluya la formación teórica, se desarrollarán prácticas no laborales en empresas con el objetivo de que los participantes puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos y mostrar sus capacidades a la hora de trabajar. Con esta formación, a los participantes se les abrirá nuevas vías para acceder a un empleo en empresas de mantenimiento, hoteles o comunidades de propietarios.

Cabe recordar que este proyecto experimental surgió en el marco de ‘Barrios por el Empleo: Juntos más Fuertes’, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de este colectivo que necesita de un apoyo específico para mejorar su situación. En este sentido, Cáritas Diocesana de Tenerife atendió en 2016, a través de sus recursos específicos para personas sin hogar, a 495 personas en la Isla, aproximadamente un 45 por ciento más que en el año 2014. La mayoría de los ciudadanos en situación de sin hogar muestran su deseo de incorporarse al mercado laboral, ya que interpretan que es el primer paso para la normalización de su situación, pero necesitan de un acompañamiento más cercano y estrecho que contribuya a disminuir las dificultades y a mantener la motivación necesaria para acceder a un empleo.

Por su parte, Femete mantiene su apuesta por colaborar con programas sociales que se incluyen entre los más de 200 cursos que imparte cada año para cerca de dos mil alumnos y alumnas, que reciben unas 11.500 horas de formación. Además, la patronal dispone de una agencia de colocación que contribuye decisivamente a la hora de inserción laboral.